En 1973, estalló la guerra en el Líbano apoyada siempre por los israelíes con el objetivo principal de debilitar el país económicamente.
Esta situación desencadenó una guerra civil en la que Israel (con la ayuda indirecta y directa de EE.UU. principalmente) apoyó a una parte de la población libanesa contra la otra. El resultado fueron 26 años de masacres incontables, destrozos y la muerte de más de 300,000 personas, la mayoría, UNAVEZ MÁS, niños y mujeres.
En 1991 la población libanesa se dio cuenta de lo que quedó del país e intentó, como fuese y como pudiese, ponerse en marcha para reconstruir este triste país. Dieciseis años después y hasta hace 12 días, el Líbano volvió a ser un punto de atracción de gente en el cual los meses de verano son los meses de encuentro de todos los que emigraron a causa de la interminable guerra. Y hasta hace 11 días, el centro de la capital lucía de gente que estaba satisfecha de lo que ha podido conseguir hacer en 16 años de reconstrucción continua.
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Hoy, tras 11 días de crímenes israelíes apoyados por el mundo entero, parte de esta gente satisfecha de haber conseguido rehacer su país está ya enterrada. Los muertos que han tenido suerte han podido tener un mínimo de dignidad y han sido enterrados en sus fosas, otros con menos suerte han sido enterrados en fosas comunes, como muchos habitantes del sur del Líbano2, y los menos privilegiados son las familias que están en estos momentos muertos bajo los escombros de sus propias casas.
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Y la gente seguirá viendo “desde sus sofás” 2 minutos de noticias al día sobre lo que está ocurriendo en este país (que muchos no saben ni dónde está en el mapa) y les darán angustia las fotos “light” que llegan por los medios de comunicación pasivos y controlados, y aun así a mucha gente le dará un corte de digestión y un malestar momentáneo mientras toman su aperitivo antes de cenar, y cambiarán a otro programa más divertido en la tele, pero cenarán y al día siguiente desayunarán, y la vida continua.
Al mismo tiempo, la población libanesa (y palestina, e iraki....) estarán en el rincón más seguro de su casa, a la luz de una vela (si les quedan velas), intentando animar a sus hijos y sus ancianos (si les quedan) que no pueden soportar el ruido de los aviones israelíes, de las bombas de 3 toneladas que lanzan hacia ellos ó hacia el otro barrio. Ellos, posiblemente estén hoy, no sabemos si estarán mañana, y si están mañana, estarán el día de después? Nos contarán algún día lo que escucharon? Como sobrevivieron? Lo que vieron, lo que sintieron? Algunos no estarán pero otros sí, os lo aseguro, y son éstos los que pronto volverán a reconstruir el país, piedra a piedra, para conmemorar a sus padres, sus amigos, sus familiares, sus abuelos que igual ya no estarán pero saben de sobra que, como ellos hicieron durante muchos años de sus vidas, sus hijos también estarán allí, reconstruyendo su casa, su barrio, su pueblo, su cuidad y su país.
Por mi triste Líbano o lo que queda de él tras las ultimas agresiones israelíes que empezaron el martes 11 de julio del 2006,
Dania
29-07-2006
Dania Abdel Malak
http://www.nodo50.org/palestinalliure/article.php3?id_article=381