Esta vez, he vuelto de Palestina muy contenta, más contenta que nunca. La razon la he encontrado en el humor, es el viaje que más me he reído, y más bromas hemos hecho de los soldados, de los israelies, y hasta de los palestinos.
Me ha encantado encontrar esta noticia: los libaneses lo pierden todo menos el sentido del humor, que vuelve a confirmar el poder psicologico del humor para superar cualquier drama de la manera más exitosa, es decir, con el menor daño humano posible.
Lean aqui algunas de las bromas de los libaneses (AFP, 31/08/06)
Esta vez, he vuelto de Palestina muy contenta, más contenta que nunca. La razon la he encontrado en el humor, es el viaje que más me he reído, y más bromas hemos hecho de los soldados, de los israelies, y hasta de los palestinos.
Me ha encantado encontrar esta noticia: los libaneses lo pierden todo menos el sentido del humor, que vuelve a confirmar el poder psicologico del humor para superar cualquier drama de la manera más exitosa, es decir, con el menor daño humano posible.
Lean aqui algunas de las bromas de los libaneses (AFP, 31/08/06)
BEIRUT (AFP) – Los libaneses pueden haber perdido sus casas, sus familiares o su manera de ganarse el pan durante la ofensiva israelí contra el Líbano, pero no se han deshecho de su legendario sentido del humor.
Las bromas circulan por los teléfonos móviles, en las emisiones de televisión, los correos electrónicos o los ‘blogs’. Bromas como éstas:
Tres combatientes de Hezbolá huyen del barrio sur de Beirut bajo los ataques aéreos israelíes haciendo la ‘V’ con mano. ¿Signo de victoria? No, el número de edificios que quedan en pie en la zona.
¿Por qué los alquileres en la región de Ain Al-Rummaneh, desplomados en el barrio sur de Beirut, han subido? !Porque ahora tienen vistas sobre el mar desde allí!
¿Por qué las mujeres mayores libanesas están contentas con la guerra? Porque ésta les ha vuelto a llevar a cómo estaban hace 30 años.
¿Por qué el jefe de Hezbolá, Hasan Nasralah, se va a llevar el -ficticio- premio Nobel de Educación? Porque es el único que ha logrado llevar en dos días más de un millones de personas a las escuelas (donde se refugiaban las poblaciones civiles sin casa).
Los libaneses bromean también sobre los israelíes: el primer ministro israelí, Ehud Olmert, está sentado en su despacho y se pregunta cómo invadir Líbano, cuando suena su teléfono.
Un personaje de ficción muy conocido en Beirut le anuncia de manera firme: «Soy Abul Abed y te llamo para decirte que te declaramos oficialmente la guerra».
«¿De cuántos hombres está formado vuestro ejército?», pregunta Olmert. «Por el momento, estamos yo, mi primo Mustafa, mi vecino Abu Jaled y todos los amigos del café. !Eso hace ocho!», responde.
Olmert replica: «Debo decirte, Abul Abed, que tengo un millón de hombres en mi ejército dispuestos a responder a mis órdenes». «Señor Olmert, la guerra continúa, hemos conseguido material», asegura Abul Abed.
«¿Y de qué material hablas, Abul Abed?» pregunta el primer ministro israelí. «Eh, bien, tenemos dos Mercedes 180 y un camión», contesta el personaje.
«Debo decirte, Abul Abed, que tengo miles de bombarderos y de aviones de combate. Mi complejo militar está rodeado de rampas de misiles suelo-aire guiados por láser. Y desde que empezó esta conversación, he aumentado mis efectivos militares a dos millones», afirma Olmert.
«Debemos parar esta guerra», lanza entonces Abul Abed. «¿Por qué este súbito cambio de actitud?», pregunta Olmert.
«Bien», subraya Abul Abed, «acabamos de darnos cuenta de que no podemos alimentar a dos millones de prisioneros».
La destrucción sistemática por parte del ejército israelí de puentes durante la ofensiva lanzada tras la captura por el Hezbolá de dos soldados israelíes también es fuente de inspiración: Un hombre va al dentista. «Por favor, retíreme mi puente, si no, !los israelíes lo bombardearán!».
Los interanautas se cambian fotos de la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, en brazos de un Hasan Nasralah a la sombra de una palmera en una playa, en una parodia de una campaña publicitaria sobre el «efecto» del desodorante para hombres ‘Axe’.
Las bromas sobre los árabes también abundan, como ésta: Tras la decisión de Arabia Saudita de donar 500 millones de dóalres al Líbano para la reconstrucción, el presidente egipcio ha ordenado la captura de seis soldados israelíes en la frontera.
Otro chiste, en el marco de la evacuación masiva de ciudadanos extranjeros en Líbano: los refugiados palestinos que viven en los campos del país del cedro desde hace cerca de 60 años están encantados, porque la Autoridad Palestina ha decidido evacuarlos a ellos también.
En un país que ha sido varias veces ocupado por el ejército israelí, el chiste más repetido, sin embargo, es el siguiente: Un israelí llega al aeropuerto Heathrwo de Londres. Cuando rellena un formulario, el oficial de aduanas le pregunta a qué se dedica, «¿ocupación?». El israelí responde educadamente: «no, solo es una visita».
Y hay más, en Gaza un bulldozer demuele una casa, y la mujer propietaria mientras tanto se partía de la risa. Pregunta el soldado, y de qué se rie, señora. Me alegra ver como colabora usted en la provision de municiones para mi pueblo; así tenemos muchas más piedras preparadas, pero siga siga, más pequeñas son más utiles.
O tienes menos futuro que una compañía de seguros de vida en Palestina, no digamos de seguros de casas.
Y también es cierto, que la moral está más alta que nunca en Palestina, en Libano y en todos los pueblos oprimidos. Hezbollah ha supuesto la primera victoria psicologica desde los ultimos 30 años. Las banderas del Ché y las de Nashralá se extienden por todo Oriente Medio, excepto en Jerusalén que está estrictamente prohibida cualquier exaltacion de Hezbollah. Es por ello que son los que me he encontrado aparentemente más tristes.
Maria Jose Lera
Cuchipanda
31/08/06